domingo, 29 de enero de 2023

HAFTARA DE LA PARASHA 16 BESHALAJ

 

Beshalaj

(Shemot 13:17 - 17:16)

Haftara: Sefardi (Shoftim 5:1-5:31)

Cuando nos sentimos “entre la espada y la pared”

Muy probablemente más de una vez nos sentimos agobiados por los problemas, al punto de considerarnos como en un callejón sin salida. Las angustias que resultan de situaciones económicas apuradas, problemas afectivos, bajas calificaciones en el colegio o la universidad, y muchas más, en innumerables casos han llevado a las personas a soluciones desesperadas como el suicidio, o bien las han llevado a estados mentales que están cerca de la locura.

Y en general estas situaciones tienen algo en común, que es la incapacidad del momento para entender que aún para los problemas más grandes hay solución, y ésta no necesariamente es la que lleva a un peor estado de postración. Y para vislumbrar la salida es importante insistir en el hecho de que hemos sido dotados con las “herramientas” necesarias para cumplir con nuestra misión en este mundo, lo que significa que podemos enfrentar toda situación adversa para que revierta a nuestro favor.[1]

El mundo ha llevado a muchas personas a reaccionar negativamente ante la presencia de situaciones adversas. En no pocos casos se pretende obtener una solución rápida, fácil y, con bastante frecuencia, desesperada. Siendo conscientes del Poder de HaShem, Baruj Hu, y del orden que estableció para todo, en ninguna manera podríamos afirmar que Su deseo para nuestros problemas son estos tipos de soluciones. Por el contrario, ha previsto que nuestra inteligencia puede encontrar la solución adecuada para cada caso, sin que ello signifique actuar en forma reactiva.

Lo ocurrido con nuestro pueblo es el cuadro típico de quien no sabe qué hacer en situaciones en las que aparentemente no existe ninguna opción para vencer. Al frente, el inmenso mar, cuya presencia sólo podía mostrar un cuadro de muerte a quien decidiera seguir adelante, pues era “obvio” que la solución no era nadar para escapar. Y detrás un fiero ejército que no estaba dispuesto a hacer ninguna concesión y que de hecho hubiera asesinado a quien fuera para imponer su voluntad. Y ello afectaba no a una sino a varios millones de personas. Un panorama nada halagador, ¿verdad?

Pero justamente en ese instante, cuando las fuerzas flaquean en grado sumo, y cuando no existía opción diferente[2] de clamar a El Eterno, Él hace una colosal muestra de Su Majestad y Poder, haciendo ver no sólo a nuestro pueblo sino a sus enemigos que Él gobierna absolutamente sobre todo lo que existe y nada se Le puede oponer, lo que nos indica que Él es la fuente de toda dádiva y que las respuestas a todo las encontramos precisamente en Él mismo.

La respuesta para esta encrucijada estaba en el mar, aquel que fue el que dio la vida en el mismo comienzo de la Creación, por designio de El Eterno.[3] El instrumento que al principio dio vida, una vez más engendraría una nueva vida, aquella que comenzando por esta gran tevilah nos enseña que Yisrael como pueblo comenzó como algo puro, pleno de vida, la que sería llevada a su punto máximo en el humilde monte de Jorev.

Y así como la orden para Lot y su familia fue no mirar hacia atrás[4], para nuestro pueblo la directriz fue no desesperarse ni murmurar contra Quien cumpliría fielmente Sus designios y, por supuesto, no mirar hacia atrás, en dirección al enemigo. No debemos mirar hacia atrás porque podemos perecer, sino hacia adelante, donde está la Luz y por lo tanto las oportunidades para solucionar nuestros problemas, los cuales, si enfrentamos, con seguridad han de encontrar salida.

Ningún problema es insoluble; cosa bien diferente es que no nos demos tiempo para meditar en su solución. Los problemas son medios de El Eterno para medirnos y probarnos. Y la mejor forma de buscar mayor estatura espiritual es enfrentándolos, sabiendo que siempre hay solución. Hemos de decir que ésta no necesariamente es “tirarse al mar” desesperadamente, sino actuando con diligencia[5], porque El Eterno mismo ha prometido: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque El Eterno tu Elohim estará contigo en dondequiera que vayas.[6] No nos lamentemos pensando en “qué hubiera pasado si…”; más bien tratemos de sacar provecho, pensemos y actuemos; algo bueno nos espera al final.


[1] No queremos decir con esto que todo lo veamos con el “YO” como centro, sino con el objetivo de crecer y de darle el honor a Quien lo merece. Y una forma es resolviendo los problemas lícitamente, lo que da testimonio del Amor de El Santo, bendito sea, Quien quiere que nos esforcemos para que al final obtengamos la mejor recompensa.

[2] Por supuesto nos referimos a quienes no contemplan ejecutar acciones ilícitas desesperadas para “solucionar” los problemas, sino que quieren darles la cara, con todo lo que ello implique.

[3] Ver Bereshit 1:20.

[4] Ver Bereshit 19:17.

[5] Es cuestión de meditar en el problema y buscar alternativas de solución, sin apelar a la primera que venga a la cabeza. Como dice un adagio popular: “Vamos despacio porque estamos de afán”.

[6] Yehoshua 1:9.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

HAFTARA DE LA PORCION SEMANAL

  SHALOM  BIENVENIDOS AL BLOG DE LA HAFTARA  TODAS LAS HAFTAROT ESTAN EN ESTE BLOG SOLO DEBE BUSCARLA Haftara/Partidura/BH ...